El Ayuntamiento de Almodóvar del Río, dentro de sus II Jornada de Memoria Democrática, hará mañana entrega, con carácter póstumo, a Rafael Cuesta Pastor del II premio Memoria Democrática ‘Alcalde Manuel Alba’ por una vida dedicada a la lucha por la justicia social, rota y amordazada por el mero hecho de defender sus ideales.

En estas jornadas, que comenzarán a las 18,00 h en el salón municipal de plenos, se pretende homenajear a todos aquellos que fueron castigados y encarcelados durante la dictadura franquista, recuperando aquellas historias olvidadas que sucedieron en nuestro pueblo.

En este evento también tendrá cabida un tributo al poeta recientemente fallecido Marcos Ana, el preso que más años pasó en las cárceles franquistas, con un recital poético-musical a cargo de los cantautores Lorena Carrasco y José Manuel Carrasco, además de estar abierto a la participación de todas las personas que quieran ser partícipe con la lectura de algún poema de dicho autor.

La jornada finalizará con el izado de la bandera republicana en recuerdo de las víctimas silenciadas del alzamiento militar y de la dictadura franquista en la plaza del Ayuntamiento.

Biografía de Rafael Cuesta Pastor

Nacido el 22 de febrero de 1907, siempre mantuvo un espíritu de lucha en contra de las desigualdades, siendo uno de los partícipes de la construcción del Centro Obrero de la localidad.

Fue condenado en septiembre de 1939 a 30 años de cárcel por un delito de adhesión a rebelión tras participar en el bando republicano en la Guerra Civil Española. En dicho presidio conoció las cárceles de Almodóvar del Río, Burgos, El Puerto de Santa María, Córdoba y Toledo, entre otras, y estuvo realizando trabajos forzados en distintos lugares como la presa de Alberche y la construcción del Valle de los Caídos hasta conseguir el indulto en 1946.

Fue uno de los fundadores de la primera cooperativa de la localidad. Luchó por la exhumación de los restos de las primeras víctimas de la Guerra Civil en la localidad cuca, hasta que la Justicia le dio la razón en 1982 y pudo enterrar a su madre y a otras víctimas que le acompañaban en la fosa.